jueves, 25 de octubre de 2007

Cerca de las flores marchitas

No señora nunca lo recibimos como si fuera un regalo
Más bien siempre nos pareció una gran responsabilidad
Me gustaría que nunca me lo hubieras entregado
Me gustaría disfrutarlo completamente
Y no llorar de frustración a ratos…
Sabemos que no queda de otra, que ya no hay manera de volver.
En el fondo no lo queremos, y que a medias no servimos
No nos enseñaste a utilizarlo y especulando no haremos bien a nadie

Y se que todos notan los demonios que me acompañan esta noche al caminar, pero también se que ustedes esperan que se vayan para volverme acompañar.

Ellos danzan en la hoguera
Tirando mas leña
Gritando sus duras penas
Sin consuelo
Frustrados, dolidos
Ya casi sin amor…

No hay comentarios: