De cero

Muy bien

vamos a dejar la caga

vamos a desatar otra vez el caos,

no vamos a negar la verdad.

Voy a zapatear la luna

y pasearme con el sol en pelotas

me iré a bañar desnuda

y volveré a llamar las mariposas.

No se puede ser más prudente,

no se quiere ser prudente,

no se sabe bien qué es lo que se quiere

pero se sabe que se quiere todo

como quien doma a leviatán.

Y ya no estoy vacía,

estoy llena,

llenita de ambiciones.

Tampoco estoy rota

porque me volví a hacer

cual creación en el popol vuh,

pero esta vez de mimbre.

A mi compañera.

Y yo sigo aquí

recordándote,

queriéndote,

queriendo otra vez

ver como una nube 

como un algodón,

como una hija

que sonríe con la cola.

Y sigo aquí insatisfecha,

media vacía,

media rota,

golpeándome contra las paredes,

contra los recuerdos,

contra mis sueños 

no por la ocasión 

sino por habito,

mala costumbre

o quizás flojera.

Y yo no sé por qué sigo aquí

si nada me gusta, 

si en nada creo.

Y tu que parecías tan conforme,

tan adaptada,

tan feliz con tu cola,

tu colita

esa que movías de un lado a otro 

aprobando la vida,

esa misma colita que hoy no se movió más 

ni pa decir adiós. 

La niña en la ventana

En enaguas

junto a la ventana

observo mis ayeres, 

y me sumerjo 

en aquellos días en los que apareces.

Hace calor

y te quiero acá

yo me podría pintar las uñas

y tu me podrías hablar.

Sé que te esta bien

mas cuando nos parecemos elevar...

Pero ten cuidado 

que no llevo más que una enaguas

y hace calor.