ansio un mate tibio
que vislumbre el futuro
negado
en atardeceres perpetuos,
en días enmudecidos
que arrancan de mi
porque
porque
porque mis brazos
ya no sostiene con esmero
el deseo de acariciar la nada
que podría llenar mi alma.
¡SILENCIO!
esta
gritando
la muda
con bagajes idiotas.
Guarda
silencio,
pero
no
olvides
tapar
tus oídos.