domingo, 3 de febrero de 2013

Cerca del Canelo


A veces esto huele a flores y frutos frescos,
a libertad.
Aunque en oportunidades es innegable
el aroma a catedral antigua,
a asiento de micro después de la una de la tarde.
Sin embargo,
es preciso avanzar descalzo por el espiral,
suspirar un poquito antes de tirar la esponja,
darse permiso para reír de nada
y envolverme de todo.
¡Ay sueño de primavera,
rosado,
semilla!
Que la mañana
anegue de rayos luminosos mi alma
y la despierte con una sonrisa.