Quizás esta noche suelte las mariposas que se esconden en el
esófago
como ratas de alcantarilla buscando resistir.
En la improvisación cotidiana este es el único punto que me ha
dado problemas,
el no saber manifestar los sentires que se anidan en el
estomago
volviendo todo en una pausa eterna.
Sin querer, pero queriendo he buscando no perder en el
sosiego
que me sonríe y tiembla cuando cae delirante en los extremos
que no saben de filtrar viseras, sangre, uñas, gritos, baba.
Puesto que siempre me lanzo en silencio con la lengua filada
procuro tener cuidado para no rajar el pico.