jueves, 26 de julio de 2007

¿Qué paso?

Y mi intención no es olvidar pero tampoco comportarme
como una niñita caprichosa ante algo que ya fue,
pero de todos modos sigue en mí.
Mi huracán si, así lo llame aunque nuca fue mió,
porque solo se pertenece a sí mismo, los huracanes
desordenan todo, lastima que duran poquito,
aunque sobre el desorden nunca importo mucho
siempre se intento danzar con él, y con respecto
a que desaparecería en algún momento, eso
siempre se tuvo claro. Es por eso que hoy no
hay cara para reclamar.
El huracán no es malo él solo hace su trabajo,
dejen de criticarlo él es necesario aquí,
él les sirve aunque no lo aprecien…
Señor huracán yo lo amo aunque me haga
pedacitos cada vez que siento la necesidad de decirlo,
y en oportunidades solo le diga que lo quiero,
aunque ya me hice pedacitos al vencer mi temor
armada de amor para estar serquita de usted.
Usted conoce gran parte de mi verdad
Usted es parte de mi verdad…
Yo no le sirvo porque remo en otra dirección,
Pero fui feliz al poder dar,
aunque en gran parte no se recibió…

Esto lo escribí hace mucho ahora solo le agregue algunas líneas mas, nada ha cambiado, lo notaras cuando me veas ocultar mi sonrisa bajo la sombra…

domingo, 15 de julio de 2007

Carpe Diem



Como casi todas las noches se sentó frente a mí
con su vaso de vino a quejarse de la vida,
a preguntarme que espero de ella,
a cortar con palabras que parecían navajas,
mis sueños, y todo aquello en lo que creo creer.
Cuando era chiquita terminaba la conversación
diciendo tengo sueño me voy y en cuanto
me dejaba de ver me ponía a llorar. Ahora
no lloro pero es casi inevitable manifestar
mi tristeza en el rostro.
No entiendo cual es el sentido de destruir,
sigo pensando que sirve de nada
arrancar un árbol para lograr cambios
si no plantas otro en el mismo momento,
que sacas con criticarlo todo si haces nada
para solucionarlo… Aquí las palabras se las
lleva el viento si no las concretas en actos…

martes, 10 de julio de 2007

Hedonismo y ataraxia

Hermanos ha llegado el momento de celebrar a lo grande la autocomplacencia, el poder disfrutar al máximo de la vida sin sentirse mal por ello. A partir de ahora rendirán culto a su propio placer, a su yo más hedonista. Así que no pongan límites a vuestro goce.
Complaceros, deleitaros, regocijaros hasta extasiaros con todo aquello que os haga sentir bien . Hasta llegar a la ataraxia. Embriágate de gusto, de entusiasmo… Deja que entre en tu cuerpo la alegría, la sensualidad y el placer infinito. Muy pronto todos ustedes sentirán placer y querréis más y más pero yo les advierto… aquellos que se liberen, sean conscientes de que no podrán volver a vuestra vida normal, habrá un antes y un después. Ahora tienen que decidirse entre la tranquila rutina o el excitante hedonismo.
La decisión es vuestra…